lunes, 24 de octubre de 2011

La cabeza va a estallarme.

Y seguidamente hice lo que no tendría que haber hecho; me tumbé en la cama y me acabé Love Story. En la antepenúltima página exactamente en la última línea. Nunca supe por qué cuatro palabras dichas en el momento oportuno podían herir tanto. Tendría que haber quemado ese maldito libro.
Poco después de sollozar como una energúmena me fui a la ducha. El suelo estaba helado y el frío me pasó de los pies hasta congelar mi alma. Esperé a que el agua ardiera, por lo menos así podría quitarme ese malestar. Me equivocaba.
Las lágrimas se fundían con el agua que caía por mi rostro… y me quedé en blanco, lo juro.

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