domingo, 13 de noviembre de 2011

Calle vacía.


 Todo es tan distinto por la mañana…
 Desciendo por unas escaleras monótonas hasta llegar al mismo asfalto de siempre… el gélido viento me despierta, no hay nadie por aquí. Ahora, estoy en paz con el mundo. Quizá después todo cambie cuando vuelva a caer la noche pero qué importa a estas alturas.
  Camino junto al silencio pues tan sólo se escucha el ruido de mis huellas. Y no quiero volver a soñar con algo mejor, por cada segundo que pasa la noche se acerca… Vivo con el temor de que me enrede en su oscuridad y que no vuelva a salir el sol…
Es todo tan distinto por la mañana…

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