lunes, 19 de marzo de 2012

Sé observador

Una noche más de lectura; una de las novelas de Stephen King en las que convives con la sangre y la locura. ¿Qué se puede pedir? Te diré lo que no: no le preguntes a una escritora de pensamientos en qué piensa, ni por un millón de dólares. Su respuesta siempre será ese silencio vacío, siempre escucharás la voz del silencio. Y aunque las lecturas se vean interrumpidas por otras de obligatorias que no dicen nada, de Carmen Laforet, se seguirá escuchando lo mismo.
No le preguntes por qué ni ¡¿por qué?!... a una escritora de actos porque si la miras a los ojos... ¿qué? No verás nada.

Pero pregúntale sobre algunos sentimientos concretos y vuelve a mirar. ¿Algún brillo especial? No, pero en realidad estará pensando: Cuando las palabras se valoren más que los hechos y menos que los pensamientos certeros, no habrá palabras que escuchar. Así que he aquí lo último:
No dudes de una escritora de secretos que todo lo confiesa.