miércoles, 3 de octubre de 2012

Ya no importa el título, concéntrate en la formulación orgánica


Salir y notar la lluvia cayendo gota a gota encima de mi cabello.
Intentar refugiarme y evitarla ya que debo dar una buena impresión y no aparecer con los pelos encrespados.
Pero... ya no importa. Miro el cielo y las gotas me caen en el rostro. Se me estropea el maquillaje. ¿Quién ha de verme elegante? ¿Los abuelos un segundo cada dos horas o la masa de bizcocho que he de preparar?
La vida no regala cosas ya, excepto esas gotas de lluvia que me obligan a quitarme la máscara de la cara.